Apreciamos el aspecto de la comida, pero ¿con qué frecuencia nos deleitamos realmente con su sabor?
Cenar en la oscuridad ofrece una oportunidad única para afinar su los sentidos del gusto, el olfato y el tacto en una habitación a oscuras.
Los ojos son nuestro órgano sensorial más utilizado: los usamos para más del 80 por ciento de nuestra percepción. Cuando no vemos, nos sentimos perdidos. El cuerpo lo compensa intensificando los demás sentidos, lo que nos permite gusto de una manera más profunda.
Experimente la sensación única de anticipación mientras le sirven un delicioso Cena de 4 platos e intenta adivinar qué comida estás comiendo (nada de babosas, lo prometemos).
Salga de aquí con un nuevo aprecio por el poder de sus sentidos.